miércoles, 12 de agosto de 2020

Secuelas neurológicas del COVID-19: Cambios Microestructurales Cerebrales


El Coronavirus Tipo 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2), virus causante de la pandemia por COVID-19, la enfermedad que paralizó a todo el mundo y ha generado recesión en la economía mundial es capaz de causar daño estructural en el sistema nervioso según un estudio realizado en China y publicado en The Lancet a principios de agosto. Como es sabido, los síntomas más comunes de esta entidad, son: fiebre, tos, estornudos, dolor de garganta, dificultad respiratoria y en menor medida los dolores musculares y síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea.

Sin embargo, esto no es todo, en pacientes diagnosticados con coronavirus también se han descrito síntomas neurológicos, el más popular de ellos es la anosmia o perdida del olfato, pero en pacientes con clínica mas severa, se ha observado vértigo, dolores de cabeza y alteración de la conciencia. En hospitales de Europa se logró aislar proteínas del SARS-CoV-2 en el líquido cefalorraquídeo, mientras que otros trabajos, asociaron esta patología con ictus, encefalitis, hemorragias cerebrales y embolismo venoso cerebral.

Otros científicos habían demostrado de forma patológica y post-mortem que el virus causaba desmielinización, es decir, degeneración de la estructura nerviosa, acelerando el envejecimiento cerebral y patologías neurodegenerativas. Este estudio realizado realizo en la ciudad de Fuyang, consistió en comparar personas diagnosticadas y recuperados con COVID-19, con un grupo control conformado por individuos sin antecedentes de coronavirus.

A diferencia de los trabajos anteriores, la exploración del sistema nervioso fue in-vivo mediante una técnica de Resonancia Magnética conocida como Imagen Ponderada por Difusión, este método es sensible a la difusión de las moléculas de agua, lo que permite construir imágenes tridimensionales de los organos en cuestión, así como también determinar Difusividad Media (MD) y Fracción Anisotrópica (FA), marcadores de lesión de sustancia blanca. Con este estudio de imagen se buscaba comparar cada uno de los componentes encefálicos entre ambos grupos y sus posibles cambios estructurales.

La casuística mostró que el conjunto de pacientes en estudio con diagnostico positivo (PCR positivo), presentó síntomas neurológicos durante su hospitalización (entre enero y febrero), tales como, cambios de humor, fatiga, cefalea, cambios visuales, mialgia, alteraciones motrices, pérdida de memoria, y en menor proporción, pero igualmente presentes, se describió perdida del gusto, entumecimiento de extremidades, temblores, perdida del olfato y de la audición.

Los estudios de imagen fueron realizados tres meses después del alta médica y arrojaron interesantes resultados. En primer lugar, se demostró un aumento global de Volumen de Sustancia Gris (GMV) y una alteración en la Difusividad Media y Fracción Anisotrópica de la sustancia blanca en el grupo COVID-19. Estos hallazgos documentan cambios microestructurales y lesiones de la sustancia blanca presentes a largo plazo en pacientes con más de tres meses de recuperación.

Las áreas cerebrales en las que se observaron un aumento de volumen, fueron, el opérculo rolandico, la circunvolución del cíngulo, el hipocampo y el área de Heschl, estas, fueron correlacionadas estadísticamente con la perdida de la memoria y el olfato. Aunque la diseminación nerviosa es posible por vía hematógena o linfática, el alargamiento de la corteza olfatoria asociada a la presencia de anosmia en estadios tempranos de la enfermedad, brinda indicios de que el virus invade el sistema nervioso central a través del bulbo olfatorio con su posterior diseminación al resto del sistema por la vía retrograda neuronal.

Ahora bien, ¿Qué explicaría el aumento de volumen? En primer lugar, se sospecha que ocurre neurogénesis; los neuroblastos, células responsables de restaurar las estructuras nerviosas, migran al bulbo olfatorio y reemplazan las interneuronas afectadas por el SARS-CoV-2. Por otro lado, como respuesta compensadora a la supresión de la función olfatoria y otras funciones nerviosas hay un alargamiento de las neuronas y aumento de las espinas dendríticas, causando así, hipertrofia en algunas regiones cerebrales. Estas dos razones podrían explicar el aumento global del volumen de la sustancia gris observado en los estudios de imagen.

A pesar de contar con una muestra limitada, este estudio brinda nuevas luces de las secuelas neurológicas del COVID-19 a largo plazo, dejando en evidencia las alteraciones microestructurales perpetradas por el SARS-CoV-2 en el cerebro. A ocho meses del inicio de la pandemia, aun se sigue descubriendo su comportamiento y sus repercusiones en todos los sistemas del cuerpo humano. Para la fecha de redacción de este articulo no ha sido aprobado ningún tratamiento efectivo. No obstante, el panorama de las vacunas se muestra mas esperanzador, los proyectos mas avanzados prometen dosis efectivas para este mismo año.

Referencia

Yiping Lu, Xuanxuan Li, Daoying Geng, Et al, Cerebral Micro-Structural Changes in COVID-19 Patients – An MRI-based 3-month Follow-up Study, EClinicalMedicine, 2020

 

 

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